JAINER LEÒN

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ESCRITO  POR: JAINER  LEÓN
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MAYO 2002
 
PROCESOS TRIDIMENSIONALES : HACIA UNA PEDAGOGÍA SENSIBLE.
 
En la historia del “hacer” artístico que es “la historia de sus propias redefiniciones” (1), han existido numerosas especialidades en los oficios, las técnicas y las artes.
 
El desarrollo de los procesos del “faber” ha estado en relación directa y dependiente de las condiciones estéticas, sociales y contextuales de cada  grupo cultural humano específico.
 
La multiplicidad y diversificación de las técnicas en el mundo contemporáneo por su compleja calidad interdisciplinaria requieren cada vez más  que el artista domine campos no solo particulares de un oficio o un hacer sino y además de la interacción de tipo perceptual y conceptual con todas las gamas espectro sensible de comienzos de siglo. En el devenir cotidiano  del arte en  nuestro tiempo, podríamos afirmar que tantas son las técnicas como los lenguajes artísticos. La tendencia  a la polarización de la disciplina va quedando rezagada para dar paso  a un periodo de Inter.- acción, Inter.-comunicación en el seno mismo de las disciplinas del arte. El campo de acción del artista de este tiempo  de algunas maneras es más integral y la cualidad de la polivalencia comunicativa de la “obra” o la “imagen“artística  toma rutas de muy diversa índole. Para el caso de las artes plásticas últimamente incluida como una de los caminos posibles de las artes visuales, éstas van a consolidar campos de convergencias  con otros lenguajes artísticos, campos que han adquirido muchísima relevancia  en el pensamiento estético contemporáneo como  por ejemplo, la participación de los procesos plásticos en terrenos de la puesta en escena, dando lugar a nacimientos como el de la performance y la instalación, o el enriquecimiento de las  imágenes visuales  de disciplinas como la fotografía, el cine o la  publicidad a partir de la participación sensible  de lo “bidimensional” pictórico y “lo tridimensional “ escultórico en su desarrollo.
 
El conocimiento y selección de materiales para iniciar un proceso creativo  en el caso de la escultura contemporánea implica una mirada más sensible del artista con las condiciones “mediales” o “materias” de su época y su historia. La “manipulación” se convierte en”interpretación motivada “, la experimentación de materiales necesariamente se convierte en procesos de integración de diferentes lenguajes y  de sus características.
De tal forma que los procesos de abordaje de las técnicas y los oficios  para el  escultor en formación  desde la academia  debe permitirle al estudiante ahondar tanto en las fortalezas y características de los “métodos “ tradicionales como abrirle la posibilidad “perceptual” y conceptual de abordar  todas  las rutas posibles de “la simultaneidad “ sensorial que habitamos.
 
Para dar paso a una aproximación más rica a los elementos y condiciones de la imagen u obra artística se hace necesario el desarrollo de los procesos técnicos a partir de las consideraciones que acerca del “pensamiento artístico” nos ha heredado el siglo XX.  Al respecto, son pertinentes las palabras de Mauricio Cruz cuando afirma: “Este pensamiento artístico (especie de ciencia poética intuitiva) se constituye tanto como el científico o el filosófico, en una forma específica de pensamiento que lo habilita como parte integral en la percepción y descripción del mundo... su no- especialización le adjudica un comportamiento radar abierto 360ª  en una captación ambiental, perfectamente acorde con las condiciones del mundo contemporáneo.” (2)
 
Sin embargo es paradójico en la academia, que mientras mayores son las posibilidades y variedades de materiales y medios, menores son  los procesos de estudio sensible de las técnicas  y sus riquezas comunicativas. En buen número de procesos pedagógicos hacia la aproximación técnica se favorece el olvido de las condiciones físicas y preceptúales del material, se privilegia el facilismo y el desconocimiento del desarrollo de la técnica en la historia del arte.
Desde los procesos académicos se hace necesaria una nueva redefinición de los procesos pedagógicos para afianzar la investigación artística en sus aspectos técnicos, una pedagogía de la sensibilidad   en cambio de una “práctica de la aplicabilidad”. Una pedagogía que permita al artista en formación desde la academia encontrar en él la esencia, en la afinidad técnica para la consolidación de procesos creativos. Es necesario volver a reconocer en el error, el azar y el encuentro cuerpo a cuerpo con el medio,  las posibilidades de disfrutar las metodologías  propias de cada creador, pertinentes a las condiciones personales  de su espiritualidad. Es necesario procurar que el estudiante  encuentre sus propios métodos de abordaje y estimación artística y estética. La estimación artística como abordaje de la suprarealidad, de los otros mundos posibles que no quedan agotados en la razón y la lógica funcional (3).
La recuperación del sentido de la metodología y el método en los procesos de investigación de la técnica  “con sentido” para  la creación artística, se constituye en una de los  aspectos “metódicos” o “didácticos” para la pedagogía universitaria en el acompañamiento de los procesos de formación del artista desde la academia.  En palabras del Maestro Orlando Tajonera, para el curso de “pensamiento estético” de Instituto Superior de Arte de la Habana: “El motivo último de la pedagogía creativa para la formación de un artista debe ser el permitirle el desarrollo pleno y máximo de las potencias de su personalidad artística”. (4). Éstas potencias artísticas  individuales toman cuerpo en el cuerpo mismo de la  obra puesta en el escenario de su realidad contextual e histórica.
 
Es precisamente en este “tomar cuerpo”, en este ponerse en escena de la relación entre creador y material en el caso de las técnicas tridimensionales que entra en juego el concepto de la corporeidad y la simultaneidad sensible en nuestro tiempo.  Si bien el proceso de creación escultórico como el desarrollo del arte en general se ha redefinido atendiendo hacia dónde ha dirigido la mirada el pensamiento de cada época, pasando por la pregunta y preponderancia que sobre el autor genera el arte clásico o, por la mirada que sobre la obra  en sí misma procura el arte moderno, para nuestra contemporaneidad se han hecho muy relevantes los procesos de creación como tales. Desde esta perspectiva, la mirada acerca de los procesos de creación en las llamadas artes tridimensionales, está inclusive determinada por la delimitación misma de la tridimensionalidad.  Esta definición está sostenida por la consideración del elemento espacial  básico del “ cuerpo básico de la obra” escultórica. Sin embargo, en el  proceso de convergencia de los lenguajes artísticos contemporáneos, los procesos tridimensionales comparten las preguntas que sobre el espacio  y la visualidad se generan en el pensamiento sensible actual.
Así que por ejemplo en palabras de Derridá: “...Es cierto de hecho, que digo “espacial” con mayor facilidad que sea visual. Debería  dar la siguiente razón: es por que no estoy seguro de que el espacio esté esencialmente dominado por la mirada … El espacio no es necesariamente aquello que es visto, como se ha considerado desde la escultura, o desde la arquitectura, por ejemplo. Espacio no es solo lo visible sino algo  que abarca incluso lo invisible ...de manera que las artes visuales son también artes de la ceguera. Por esta razón prefiero hablar de artes espaciales” (5).
 
De igual forma la pregunta por la tridimensionalidad debe ser abordada también a partir del desarrollo actual de la dimensión de la virtualidad y el juego de simulacro que ha supuesto la tridimensión y la  bidimension. En este sentido el proceso pedagógico del estudiante al abordar este aspecto necesita posibilitar los encuentros tanto de los medios “materiales” como de los medios “virtuales “  sin demérito del uno por el otro. Las competencias del “hacer” artístico contemporáneo  involucran interdisciplinariamente estas dimensiones, así como la participación  tridimensional del cuerpo de la obra en espacios de tipo publico, performático, escénico, videográfico, etc.
 
La propuesta de una pedagogía sensible desde lo escultórico hacia  el abordaje de los procesos tridimensionales permitiría el reconocimiento y valoración de cada proceso técnico de acuerdo a las condiciones propias de la obra y su participación  como cuerpo simbólico en los espacios contextuales particulares.
 
 

Notas a pie de página

 
 
1. Cruz, Mauricio, El estado de las artes en la  Universidad.
Revista estrategia, U. Jorge Tadeo Lozano.1995.
2.Cruz, mauricio.op.cit.(ibid)
3.Curso de pensamiento estético. Tajonera Orlando, Conferencia ISA. Cuba septiembre de 2002.
4. Ibid.
5.Brunette, peter y Willis David. Las artes Espaciales, entrevista con  Jacques Derrida, Revista acción Paralela .1990.
 
 

BIBLIOGRAFIA

Anziu,Didier. El Yo piel. Biblioteca Nueva.Madrid, 1987.
 
Aragan, GC,Historia del Arte Moderno.
 
Arnheim,R.El pensamiento visual. Paidos. Barcelona.1986.
 
Baudrillar, Jean. El sistema de los objetos. Paidos.1995.
 
Collingwood, RG, Los principios del Arte Fondo de cultura Económica.
 
García, Canclini, Culturas Hibridas.GRIJALBO.Mexico 1990.
 
Krauss Rosalind . La originalidad en la vanguardia y otros  mitos modernos.Alianza 1998.
 
Merleau Ponti. La fenomenología del espíritu. ALIANZA. 1989.
 
Restrepo Fernández, Álvaro Pedagogía artística, humanismo, cuerpo e identidad. Planteamientos en Educación, Vol.2.,
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