INSTITUTO SUPERIOR DE ARTE DE LA HABANA
2012
11  Bienal de arte de la Habana -Cuba
 
 Fantasmagorías del olvido
Por: Jainer León
 
Escultor y Maestro.
 Presidente del Comité de Espacio Público de Bogotá- Colombia¹,
 por la Pontifica  Universidad Javeriana   
 
Si  en general los procesos de formación profesional de artistas  deben  ser coherentes con  la permanente redefinición del arte,asi como de las  prácticas artísticas y los imaginarios que sobre ellas se construyen socialmente ;  mucho más en lo que atañe a los procesos de formación referidos al arte en espacio público, particularmente en una ciudad capital latinoamericana como lo es Bogotá. La característica pluriétnica y multiracial  de esta ciudad, se  ha ido configurando  a lo largo de la historia colombiana, en la medida en que ha sido lugar y hogar de  inmigrantes y desplazados de otras regiones del país  por efectos  de las guerras internas por la violencia política  bipartidista de mediados del siglo XX, la  violencia  del narcotráfico  y  el paramilitarismo  de finales del siglo pasado y lo que va corrido de este; además de los inmigrantes y turistas de otras partes del mundo. 
 
Bogotá se ha desarrollado a partir de dos ejes fundamentales en su estructura vial  una la más antigua que la atraviesa de sentido sur norte denominada la Calle real y hoy carrera séptima 7 que es la más antigua y por la cual transito el tranvía (1884-1951), y en esta se hace manifiesta la población en marchas religiosas, protestas y carnavales,  hoy se plantea en uno de sus tramos como peatonal en el centro de la ciudad y se proyecta como un bulevar. La Calle real se armoniza  en sus cercanías con diversas  esculturas tradicionales, conmemorativas, ecuestres, de homenajes a figuras representativas de la historia y la cultura, como de uno que otro objeto de mobiliario  patrimonial,  esta  avenida une el centro histórico, el palacio presidencial, la plaza de Bolívar (libertador), la catedral primada,y el eje cultural de museos y centro internacional de negocios.
-La segunda avenida importante  y moderna fundada en 1952 por el entonces presidente militar que ocupó la presidencia (1953 - 1957), el general golpista  Rojas Pinilla (1900 -1975) promotor de obras civiles  como el Hospital Militar, el Centro Administrativo Nacional (CAN). el aeropuerto El dorado de Bogotá , la avenida para este , hoy llamada la 26 , Avenida Jorge Eliecer Gaitán o avenida el dorado. Es  en esta avenida donde se vislumbra  Museo Vial Avenida El Dorado  (1994) un parque escultórico de propuestas de gran escala de relevancia, con obras de escultores nacionales e internacionales en un amplio  tramo de su trayecto,
 
El grupo de esculturas historicas emplazadas en estos dos ejes y que forman parte de la tradición artistica del espacio publico Bogotano , las  cuales en su momento  fueron emplazadas en  lugares y avenidas centrales por su valor  representativo de  memoria histórica del país: acontecimientos,  personajes y fechas; han sido motivo  de un procesos de desplazamieto o de  burla del olvido, de la enfermedad del olvido macondiano  que menciona el Gabo  en  Cien años de soledad. Paulatinamente estas piezas han sido cubiertas una a una, sometidas  a una especie de anonimato por varios años, en la misma medida en que en la ciudad  fue cayendo en el último lustro en  manos de un nuevo cartel de la contratación y del despilfarro del herario público; proceso por el que hoy por hoy, la ciudad se halla en caos de movilidad y transporte público, además de un ex alcade preso.
      
Estas esculturas que originalmente fueron representaciones, ahora no representan sino  que así cubiertas, anónimas, constituyen  presencias del olvido, fantasmagorías del  olvido social, humano y ético  de la ciudad. Paradójicamente, aun cuando son piezas escultoricas permanentes en espacio público,  así cubiertas, constituyen una especie de performancia bogotana de la mentira, pues entre más se cubren más develan; develan no solo la violencia que la clase política  contra la ciudad, sino sobre todo,  develan que  una vez más hemos caído en la fiebre del olvido, ese mismo olvido del que fue víctima Melquiades, en Cien años de Soledad: “…no con el olvido revocable del corazón, sino con otro olvido más cruel e irrevocable que él  (Melquiades) conocía muy bien, porque era el olvido de la muerte. (p.48)
 
 
     Ante  la situación de la escultura pública en Bogotá, surge el interrogante respecto a lo que puede ser entendido como arte público, ó, arte en espacio público. Para lo cual es propicio tener en cuenta la diferenciación que hace Siah Armanjani (1995), en sus “Espacios de lectura”[i], al señalar que el arte público tiene un sentido cívico que busca  bienestar social,  por lo cual el arte público debería ser una parte de la vida, y no un fin en sí mismo. Clarificando  que el arte en espacio público atañe a  intervenciones  más del orden del “aquí” y del “allá”, con intenciones más personales de autor.
  ….el sentido de lo publico en la escultura pública, tiene una función social de memoria histórica, de identidad geográfica, la cual además de ser creaciòn artística es también una producción social de las características y necesidades del contexto específico. La escultura pública no debe intimidar al ciudadano sino seducirlo e infórmalo.
 
Sin embargo, mis interrogantes continúan  como escultor, como maestro y como presidente del comité de espacio público de Bogotá en representacion de la Pontificia Universidad Javeriana. ¿Cómo abordar la tensión entre la pretendida función  del arte publico hacia el bienestar social, en un contexto donde precisamente esta función es burlada y dejada en la indiferencia? Estas piezas cubiertas lo que comunican no refieren el bienestar sino el mal-estar social, no seducen sino que desde su anonimato obligado, nos interrogan sobre esta fiebre del olvido.
 
Desde mi experiencia personal, interpreto que a esa burla del olvido desde lo administrativo y politico de la ciudad ,se suma el hecho por el cual, la escultura publica en Bogotá  se lleva a cabo más que por un estudio de necesidades o intereses de la comunidad y del campo artísitco, por procedimientos del orden institucional , bien sea por  leyes de homenajes para proceres y personajes ilustres, convenios y donaciones. No hay un vinculo de relación con la comunidad en donde se instala cada pieza, lo cual conlleva a una ruptura  social  respecto del valor  que puedan tener estas piezas desde lo histórico, lo artistico, lo humano. Por lo anterior no se genera una relacion  de pertenencia entre obra, comunidad y memoria historica. Al no haber un sentido de pertencia social, en la escultura publica.
 
Las distintas   administraciones han dejado un legado histórico  y  cultural, sin embargo en  algunos casos bastante significativos, estas piezas se han convertido en víctimas de la guerra y la violencia traspasando lo artistico,   y  pasando a ser protagonistas de  enfrentamietos politicos, de narcotraficantes , de ultra derecha, o de la violecia común.En un absurdo   demencial  de  pasiones  violentas,   de razones de la sin razón.
 
  
 Cito como ejemplo los actos  vandálicos  y terroristas con los bombasos  en las piezas :
.El  pájaro de Botero en la ciudad  de medellin y el busto del expresidente Laureano Gómez  en  Bogotá 2011, la estatua del Papa Juan Pablo II  2012, con el intento de decapitacion al dia  siguiente  de su implantacion  en el espacio publico. Estos eventos alteran  no solo el sentido del arte publico   sino la vida social y  el paisaje   publico,  dejando el costo invaluable de la vida misma. La historia  adquiere entonces, un  nuevo renglón, en unos casos  permanece  el  vestigio  como  monumento   de la barbarie como en el caso de la escultura de Botero,  o se maquilla  y se restaura  como  la estatua deJuan Pablo II,  o en su defecto,se instala un grupo de policías  que  cuidan el objeto  preciado  de la historia  como en el caso de la escultura  en memoria del expresidente Laureano Gomez.
Se suman a los anteriores condiciones de contexto, el hecho por el cual en los procesos de formacion academica el arte publico o arte en espacio publico , no cuenta con un desarrollo especializado o particular, que aborde la complejidad social, artistica, politica y humana,  de estos procesos referidos al arte publico, ó, al arte en espacio público?. Al no existir un sentido de pertencia por parte de las adminstraciones,  de la ciudadanía con muchas de estas piezas, y además, al constituirse estas piezas en objetivos puntuales de la guerra , por lo que representan ó a quienes representan, ¿podemos hablar realmente de arte público o de arte en espacio público?
Traigo a colación la consideración que el Arquitecto Raúl Navarro Padron  que hace en su libro  El arte de diseñar el ambiente_iii, respecto a la necesidad de formar un publico conocedor o para la comprension del arte en espacio publico, proponiedo la necesidad de la interacción interdisiplinar entre urbanistas, arquitectos, ingenieros, artistas, constructores, planeadores urbanos, admistrativos, en la proposición y puesta en marcha de proyectos artisticos para el espacio público.
 Ante la complejidad del caso Bogotano en particular, a raíz de este autor en mención,  considero necesario en primer lugar generar un ambiente para comprender, estudiar y redefinir la función del arte público o del arte en espacio público. Y el lugar propicio para desarrollar esta tarea es la academia  de arte,. En la actualidad, los abordajes sobre el espacio público y el arte en espacio publico esta bajo la responsablidad de los arquitectos. Sin embargo, en las actuales redefiniciones del arte mismo y de sus practicas, de lo que consideramos, imaginamos y valoramos como arte, es necesaria tambien una valoración por parte de la academia, de temas que urgen ser vinculados como problemas de consideracion curricular e investigativa en los procesos de formación de artistas.
 
La poca relación entre los procesos de planeación, construcción y  codificación urbanistica de la ciudad en relación con estos del orden artistico en espacio publico, se hace manifiesta en el caso de obras como el las  intervenciones  en los columbarios( Mausoleos con bobedas para colocar feretros con cuerpos muertos 8.957) propuesta por  la Maestra Doris Salcedo 2003 en el cementerio central de Bogotá ,con  la participación de varios artistas nacionales,en esta  ocación  Auras Anonimas de  la Maestra Beatriz Gonzalez 2009 la cual no a podido ser disfrutada por la ciuad, pues aún cuando, esta prouesta parece tener un alto sentido de pertencia con la ciudad  ; sin embargo, por la demora de lo que se ha llamado el nuevo cartel de las contraciones, esta obra también se encuentra encerrada en un espacio sin acceso al publico , ya por varios años.
 
   De tal manera que en los procesos de formación sobre arte en espacio público, parece  necesaria, en el contexto Bogotano, una relativización de lo artístico en relación  con todas estas y otras  presencias, presentaciones y re- presentaciones[ii]  de   muy distintos órdenes que se dan en el espacio publico  de la ciudad; de la que tambien participan  manifestaciones culturales regionales, tradicionales,  publicitarias, de culturas juveniles, de homsexuales, de negritudes,  tecnológicas, mediáticas; asi como las  presencias  humanas  del destierro,  el desarraigo y el rebusque para  sobrevivir. Los indígenas desplazados por la violencia, deambulan ante nosotros indiferentes, por las calles en un especie de performancia social del destierro y la indolencia. Esta imagen tan dolorsa, fue mi propueta personal para que fuera incluida como información , respecto a este tono de nuestro tiempo, para las genraciones venideras que abriran la urna centenaria de la ciudad en cien años.
 
Dejo entonces la pregunta:
¿El arte en espacio publico puede contribuir a procesos de formacion social de nuevas practicas  que  rechacen la violencia?.